domingo, 24 de mayo de 2009
Claridad Trancitoria (21-10-2008)
... Aburrido de seguir se sentó en aquella roca, esa que ardía entre los prados, y desde hay balbuceaba sus deseos mas intimos. Pero al ver aquella manta de anhelos tirada en el suelo se paro raudo a sepultar su congoja con el aire de un nuevo amanecer.
Tomo su letra y emprendió camino a su destino que esperando le tenia la primera de sus vendas al aire.
Miro cuanta nube revoloteaba por su cabeza, admirando de nuevo como era que podía existir eso, como podía ser tan libre, tan lleno. Entonces decidió de nuevo tomar las riendas del caballo, y como el mas hábil jinete abordar los pastizales tiernos de su propia quietud. Dejando atrás tanta maraña de gestos y pensamientos que solo aminoraban una carga inexistente en la realidad.
Pobre fantasma de olor a canela, ¿no es el quien vacilaba en sus mismos pasos?. Y que triste es darte cuenta al final de todo que esa piedra caliente no era mas que tu propia inseguridad.
Quizás nunca hubiera ardido si es que se hubieran hecho las cosas a tiempo y las quemaduras no se hubieran pesado, sino que se tendrían que haber sentido y manifestado....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario